¿Sabías que si no te cuidas los suficiente podrías infectarte en la piscina, mar o río? Es muy común que en los días festivos las familias decidan visitar lugares de ocio como son las piscinas. Sin embargo, muchas personas no miden el peligro de las bacterias que pueden encontrarse en dichos lugares, es por ello que ofrecemos los mejores consejos para evitar infecciones en la piscina.
En el agua, tanto si es de mar, río o piscina, se reproducen peligrosos gérmenes que pueden contagiar, sobre todo a los niños, puesto que son los más vulnerables. A causa de estos peligros, se debe prestar atención a ciertas partes del cuerpo como la piel, los ojos y los oídos.
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Consejos para evitar infecciones en la piscina
- La mejor manera de cuidar tu salud en verano, es seguir al pie de la letra los siguientes consejos para evitar infecciones en la piscina. El principal de ello es el tipo de calzado. Se recomienda usar estrictamente vestuario para piscinas y playas, esto evitará posibles hongos.
- Utiliza gafas de natación dentro del agua, y gafas de sol para el exterior.
- Otro de los consejos para evitar infecciones en la piscina, es usar siempre tapones de oído.
- Sigue los consejos de los socorristas, como lo es, ducharse antes y después de cada chapuzón en estas aguas. Recuerda que suelen contener muchas bacterias que podrían convertirse en infecciones peligrosas para ti y tu salud.
- Al llegar a casa, es sumamente importante que te saques el agua de la piscina o playa con una buena ducha. Utiliza un jabón neutro abundante para evitar una posible dermatitis. De la misma manera, estarás evitando posibles organismos infecciosos.
Infecciones más comunes en la piscina: causas y síntomas
En la piel
Una de las partes de nuestro cuerpo más vulnerables en los días de piscina sin lugar a dudas es la piel. Esto podría deberse en parte al cloro de las piscinas. Es por ello que es muy recomendable darse una ducha antes y después de salir del agua.
Otra de las precauciones respecto a las piscinas, es tener en cuenta la cloración de las mismas, percátate que sea la adecuada. Ten presente que un exceso de cloro además de producir irritaciones en la piel, también tiene sus repercusiones en los ojos. Pero por otro lado, si el nivel del cloro en el agua es muy bajo, podría ser la causante de las infecciones. Aunque es difícil de controlar, se debe recalcar que otra medida para prevenir infecciones es educar a los niños para que no orinen dentro del agua.
Una de las infecciones bacterianas que es muy común a causa del agua de las piscinas es el granuloma. Este suele producirse habitualmente en las rodillas y codos. Otra de las infecciones más frecuentes en adolescentes y niños es el pie de atleta, la cual es provocada por hongos, que comúnmente se encuentran en suelos y vestuarios de piscinas públicas.
Para prevenir el pie de atleta, es necesario secarse bien los pies, y enfocarse específicamente entre los dedos. Otra de las recomendaciones es usar chanclas o zapatillas adecuadas para piscinas que permitan tener el pie al descubierto. Además, también será necesario tener precaución con los productos personales como las toallas o bañadores, no las compartas con nadie y tampoco las dejes mucho tiempo mojadas.
En el ojo
Otra de las partes del cuerpo que requiere especial cuidado son los ojos. Tanto en la playa como en la piscina se debe tener un extremo cuidado, especialmente en niños o en personas que usen lentes de contacto.
Los ojos siempre se deben proteger en este tipo de lugares, además de tener especial cuidado con los rayos del sol, en la piscina lo debes hacer aún más debido al cloro. Por otro lado, en la playa también tienes que protegerte para evitar enrojecimientos, irritaciones o sequedad en los ojos a causa de la sal.
Las enfermedades más comunes en los ojos por causa de las infecciones en la piscina es la conjuntivitis, una inflamación de las membranas que recubren la superficie interna de los párpados y la superficie anterior de la córnea. Recuerda que existen diferentes tipos de conjuntivitis, entre ellas destacan:
Alérgica: provocada por el contacto con detergentes (esta habitualmente es provocada por los químicos de las piscinas).
Bacteriana: por bacterias de los orines o fecales.
Fúngica: por hongos procedentes de prendas húmedas.
Vírica: por moluscos, cuya incidencia en las piscinas es importante sobre todo en los niños.
Para evitar este tipo de infección, lo mejor es usar gafas de agua. Este tipo de gafas especiales para nadar, protegen la vista de la sal, el cloro y las posibles bacterias y gérmenes en el agua. Sin embargo, si eres de los que usa lentes de contactos, es preferible que evites usarlo en este tipo de lugares mientras se bañas. El contacto directo del agua con la córnea puede producir otros daños más graves aún.
En los oídos
Otra de las zonas más vulnerables para estas infecciones son los oídos. Especialmente los niños son los que salen más afectados, ya que son los que pasan más tiempo expuestos en el agua. Una de las infecciones más comunes para estos casos es la otitis. Entre sus síntomas más comunes se encuentra el dolor, molestias al masticar o bostezar, picor, sensación de taponamiento, leve pérdida de audición y percepción de humedad en el oído.
En las partes íntimas
Las infecciones vaginales son muy frecuentes en estos casos cuando llega el verano. Los principales síntomas son: picores, escozor o irritación. De acuerdo a la Agrupación Ginecológica Española (AGE), no es bueno permanecer con la ropa de baño mojada por más de media hora, de este modo evitaremos las causas de las infecciones. Asimismo, después del baño se recomienda lavar con jabón pH neutro y específico para ello, para así eliminar los gérmenes que produzca el agua.
Ahora que sabes cuáles son los consejos para evitar infecciones en la piscina, síguelos todos al pie de la letra y evítate dolores de cabeza.